Adoremos Al Unico Dios Verdadero Pdf 11 ((FREE))
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ÂPor quà debemos adorar al único Dios verdadero
La Biblia nos enseÃa que hay un solo Dios verdadero, JehovÃ, el Creador de todas las cosas (Deuteronomio 6:4; RevelaciÃn [Apocalipsis] 4:11). Ãl es el único que merece nuestra adoraciÃn y obediencia, pues nos ha dado la vida y nos ha mostrado su gran amor (Salmo 36:9; 1 Juan 4:8). Sin embargo, muchos en el mundo adoran a otros dioses falsos o se dejan influir por ellos. ÂQuà consecuencias tiene esto para nuestra relaciÃn con Jehovà y para nuestro futuro
La Biblia nos advierte que hay fuerzas espirituales inicuas que se oponen a Dios y a sus propÃsitos. Estas fuerzas estÃn dirigidas por SatanÃs el Diablo, el enemigo de Jehovà y de la humanidad (RevelaciÃn 12:9, 12). SatanÃs se ha hecho pasar por dios y ha engaÃado a millones de personas para que lo adoren o sigan sus caminos (2 Corintios 4:3, 4; 11:14). Al hacerlo, estas personas se alejan de Jehovà y pierden la oportunidad de recibir sus bendiciones.
Por eso, es vital que reconozcamos la soberanÃa de Jehovà y le demos la gloria que le corresponde. Ãl es el único que puede cumplir sus promesas y llevar a cabo su propÃsito para la humanidad. Ãl es el único que puede salvarnos del pecado y de la muerte (IsaÃas 45:21, 22; Juan 17:3). Ãl es el único que puede darnos una esperanza segura de vivir para siempre en un paraÃso terrestre (Salmo 37:10, 11, 29; RevelaciÃn 21:3-5).
Para adorar al único Dios verdadero, debemos conocerlo y amarlo. La Biblia es el medio que Ãl ha provisto para revelarnos su personalidad, sus cualidades y sus obras. Al estudiarla con regularidad y aplicar sus enseÃanzas en nuestra vida, podemos acercarnos mÃs a Ãl y demostrarle nuestro aprecio (Santiago 4:8; Juan 14:23). TambiÃn podemos expresarle nuestra adoraciÃn mediante la oraciÃn, el canto de alabanzas y la participaciÃn en la predicaciÃn del Reino (Salmo 95:1, 2; Mateo 24:14; Filipenses 4:6).
AdemÃs, para adorar al único Dios verdadero, debemos mantenernos separados del mundo que està bajo el control de SatanÃs (Juan 15:19; 1 Juan 5:19). Esto implica evitar toda forma de idolatrÃa, espiritismo, inmoralidad y violencia que ofenden a Jehovà y nos daÃan a nosotros mismos (1 Corintios 10:14; GÃlatas 5:19-21; RevelaciÃn 21:8). TambiÃn implica rechazar las falsas enseÃanzas religiosas que contradicen la Palabra de Dios y deshonran su nombre (Mateo 15:9; Romanos 10:2, 3).
Jehovà nos invita a adorarlo con espÃritu y con verdad, es decir, con sinceridad y conforme a su voluntad (Juan 4:23, 24). Al hacerlo, le demostramos nuestro amor y lealtad. TambiÃn nos beneficiamos nosotros mismos, pues recibimos su guÃa, su protecciÃn y su paz (Salmo 32:8; Proverbios 18:10; IsaÃas 26:3). Y lo mÃs importante, contribuimos a vindicar su soberanÃa y a santificar su nombre (Mateo 6:9; Proverbios 27:11).
Por
ÂCÃmo podemos adorar a Dios en espÃritu y en verdad Jesús nos dice que los verdaderos adoradores adorarÃn a Dios en espÃritu y en verdad (Juan 4:24). Esto significa que adoramos desde el corazÃn y de la manera que Dios ha diseÃado. La adoraciÃn puede incluir orar, leer la Palabra de Dios con un corazÃn abierto, cantar, participar en la comuniÃn y servir a los demÃs.
Para adorar a Dios en espÃritu, debemos nacer de nuevo por el EspÃritu Santo, que nos da una nueva vida y nos une a Cristo (Juan 3:3-8; Romanos 8:9-11). El EspÃritu Santo tambiÃn nos ayuda a orar, nos guÃa a toda verdad y produce en nosotros el fruto del amor, el gozo, la paz y otras virtudes que reflejan el carÃcter de Dios (Romanos 8:26-27; Juan 16:13; GÃlatas 5:22-23). Cuando adoramos a Dios en espÃritu, le rendimos culto con sinceridad, fervor y gratitud.
Para adorar a Dios en verdad, debemos conocer la verdad que Ãl nos ha revelado en su Palabra escrita e inspirada. La Biblia es la norma suprema y final de nuestra fe y prÃctica. En ella encontramos todo lo que necesitamos para conocer a Dios y su voluntad (2 Timoteo 3:16-17; 2 Pedro 1:3-4). Cuando adoramos a Dios en verdad, le rendimos culto con obediencia, reverencia y fidelidad.
Adorar a Dios en espÃritu y en verdad es el mayor privilegio y la mayor responsabilidad de todo creyente. Es la forma de honrar a Dios y de disfrutar de su presencia. Es la forma de prepararnos para el dÃa en que lo veremos cara a cara y lo adoraremos por toda la eternidad (Apocalipsis 22:3-5). 061ffe29dd